Si entre tus objetivos de vida incluyes tener una barba bonita para presumir ante amigos y chicas, la moda está de tu parte. Hace algunos años llevar este accesorio y exhibirlo con orgullo se ha tornado común entre caballeros, cabe señalar que de todas las edades. En el principio contar con vello, facial o corporal en general, era señal de fuerza y virilidad. Después su esmerado cuidado estuvo asociado a altas posiciones sociales. En la actualidad, llevarla aporta a tu imagen personalidad y frescura, pues da a los jóvenes aires de seriedad y elegancia; a los no tan jóvenes, lozanía y desenfado. En resumen, que poseer una espesa mata de pelo en el rostro, arreglada de manera conveniente, puede contar como ventaja en los momentos que se viven.

Los hombres reafirman con ello su masculinidad y tienden a sentirse más seguros en ciertas situaciones sociales. Pero contar con ese atributo no es siempre fácil, para algunos se puede tornar un camino tortuoso y prolongado, pues no todos cuentan con los niveles de crecimiento adecuados para conseguir una barba de vikingo en poco tiempo. Estas personas pueden llegar a sentirse mal por no poseer, de forma natural, los medios para alcanzar el volumen que desean. Si es tu caso, afortunadamente existen procedimientos que harán que no te sientas frustrado y que tu cabello pueda crecer de manera efectiva: tratamientos clínicos que pueden hacer de tu sueño una realidad palpable. Entre los activos más poderosos en el mercado para el crecimiento de la barba se encuentran el minoxidil y el alfatradiol, siendo el primero de las mejores opciones que puedes encontrar para tal propósito. El uno cuenta con efecto inhibidor y el otro estimulante. El minoxidil es una molécula que en sus inicios fue usada para el tratamiento de la hipertensión crónica, dadas sus propiedades de vaso dilatador. Con el tiempo se descubrió su efecto como factor positivo de crecimiento del vello. No se saben con exactitud los procesos que lo consiguen, pero nutre el folículo piloso y ayuda a despejar el camino del vello en su desarrollo. Funciona sobre todo en poros sanos, ya que los poros tapados tienen tendencia a inflamarse y obstruir el crecimiento, lo que puede resultar muy incómodo. Para hacer crecer tu barba y/o bigote con este, debes usar mercancía que lo contengan en proporción del 5% como máximo, esa es la dosis mayor recomendada por los especialistas. No debes aplicarlo más de dos veces por día y debes ser cuidadoso, pues el hecho de utilizar más producto no significará la aceleración de los resultados que anhelas.

Esta opción la puedes encontrar en bálsamos de crecimiento, tanto en gel como en crema; además de la opción para administrar vía oral, en caso necesario. El alfatradiol es también una molécula, en este caso se usa de manera exclusivamente tópica para aplicar en el cuero cabelludo. Sus efectos tienen que ver con la supresión de la actividad en las glándulas sebáceas, por lo que acelera la multiplicación del cabello y su uso es muy efectivo en el tratamiento de la alopecia androgénica. Como es una solución que utiliza alcohol, entre sus secuelas se encuentran picazón y quemazón en la zona tratada, que no son consecuencia directa del alfatradiol, sino del etanol que se usa en su formulación. Sus usos van más allá del tratamiento estético, puesto que sistemáticamente también mejora las funciones metabólicas, reduce la resistencia a la insulina, y disminuye la grasa abdominal. Se recomienda su uso una vez al día, dosis que puede irse disminuyendo al mejorar la condición que se trata.

Los resultados se pueden observar después del primer mes. Los éxitos que puedas lograr con ambos activos dependerán de la formulación con que se complementen, de la aplicación adecuada y de la capacidad del organismo para asimilarlas. Hay que recordar que lo más fundamental para alcanzar la meta, es la constancia y la paciencia. Una cuestión a tener en cuenta es que la alopecia en su fase avanzada no suele responder positivamente a tratamiento clínicos, lo que se ha relacionado históricamente como consecuencia de la pérdida de las raíces del cabello. Para estos casos, hay otras opciones viables, como el injerto de barba. El tratamiento consiste en la extracción, uno por uno, de los folículos pilosos desde la zona donante hacia la zona donde se quiere tener. Se toma directamente del paciente que se realice el procedimiento, por eso muchos consideran más acertado llamarlo autoinjerto. Cada vez más hombres recurren a este método para solucionar sus dificultades estéticas, pero se trata sobre todo de conseguir resultados inmediatos y resolver el problema de raíz. Los pacientes que en realidad lo necesitan son aquellos con crecimiento irregular, la zona del bigote y la barba despoblada o incompleta, todo ello debido a causas hereditarias, quemaduras, cicatrices y otras enfermedades. Después del procedimiento, que en la mayoría de los casos es definitivo, se arreglan de manera regular y normal. Al principio sí se deben tener ciertos cuidados para que la piel sane y se fijen los folículos. Evitar consumir alcohol, tabaco y llevar un estilo de vida saludable siempre será de positiva influencia para cualquier finalidad que tenga que ver con la estética. No tener de forma natural el volumen de vello facial que desearías no es un problema en los tiempos que corren, hay varias opciones que te ayudarán a lograr tus deseos. Elegir la correcta queda en tus manos, luego de que pongamos en ellas toda la información que necesitas. Así que, si buscas una barba imponente y seductora, no te detengas en la búsqueda. Recuerda que muchas veces los cambios empiezan en el exterior, y la manera en que luzcamos podrá hacernos sentir mejor.